La observé en un rosal que yo
tenía
Rezando peligrosamente bella,
Parecía la despiadada aquella
Una hoja más en el rosal de
umbría.
Disfrazada de hoja allí rezaba
La fantástica Mantis religiosa,
Al lado de la rosa reposaba
Imperial, asesina, misteriosa.
Y la rosa exhalaba el alma entera
Al lado del demonio disfrazado
Bellísimo y mortal cual la
traición.
Tal artefacto de la primavera
El insecto rezaba nacarado
Un espanto de rosa y religión.
Espero que por hacer este poema
aquella Mantis religiosa que vi hace años en mi rosal no se extinga o
desaparezca. Era una Mantis religiosa que mimetizaba a la perfección un tallo
de rosal seco, un prodigio de belleza insectoide, una auténtica maravilla de la
naturaleza, daba miedo, porque era, al mismo tiempo que bellísima, horrorosa y
terrorífica, parecía como ya digo una hoja o una rama de rosal seca, llena de
espinas, algo monstruosamente bonito, al lado de las hojas verdes del rosal,
sobre ellas. Alucinante, de autentico reportaje del National Geographic. Y daba
bastante repugnancia, miedo, y al mismo tiempo, ya digo, era algo bellísimo. Mi
poema no le hace justicia desde luego, era algo realmente asombroso.
Diciembre 22, 2006
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