miércoles, 24 de diciembre de 2014

La Botella de Champaña.

Encontré este escrito en una botella de champaña varada en la playa. Había ido a la playa a pasar un agradable y tropical día de junio y lo disfruté, lo devoré como una máquina. Estuve todo el día en el mar como un sirénido, se me encogió la piel de tanta agua y me arrugué igual que un octogenario. Me quemé vivo al sol y hasta una medusa me hizo una pequeña picadura. La maltraté con un pequeño palo y la relié los tentáculos, transparente y violeta como los labios de una muchacha. Al ponerse el sol, la marea baja dejó al descubierto el fondo marino, brillaba como una bandeja de plata, de oro, de turquesa, irisada de espejos y caracoles marinos, y diminutos cangrejitos terribles. El cadáver maravilloso, el magnífico, soberbio, y yacente cadáver de la playa brillaba al sol del poniente como un ascua de estrellas. Y encontré la botella con el pergamino. Estaba el cristal sucio de líquenes, no se observaba su contenido, el escrito de algún náufrago supuse. Cogí y me la llevé en el cubo,  con las navajas a preparar en la cena de mi madre, cuatro ostiones de nácar rebelde, y cuatro caracolitos de colores. Cuando la tuve a mi absoluta disposición abrí la botella. En el anverso: Os escribo desde una isla en la que he naufragado, mi situación es desesperada, he tenido una terrible infección en el pié que me impide caminar y sé que en la isla hay tigres de Bengala, me alimento de cangrejos y erizos de mar, cocos, y a penas unos huevos de pájaros, mi barco naufragó y lo he perdido todo, el barco llevaba la ruta Blangadesh Tokio, era el Auriga II,  no se nada más, socorro. En el reverso: He sido tragado por una ballena como Jonás y os escribo desde su faringe, a la que me hallo agarrado con la provisión de agua dulce escasamente para tres días por medio de los garfios de unos estibadores. En la misma faringe he tenido que luchar con los tentáculos de un enorme Kraken abisal. No voy a sobrevivir, escribo esto solo para decirles a mi esposa y a mi madre cuánto las quise, (firmado John Perez Wilkins, diez de Enero de 1915). Guardé la botella y el manuscrito para llevarlos a la facultad de Geografía e Historia al día siguiente.

Julio 1, 2006


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