martes, 30 de diciembre de 2014

El Descenso. Variación Arlekinada.

Van bajando la escalera fantasmagórica. Hacia abajo el hueco de la escalera succiona todo lo que en ella cae sin piedad, omnipotente. Cada peldaño es del filo de una navaja barbera, el escalpelo de un cirujano majara, el zócalo de piedra es suave y resbaladizo, húmedo, aceitoso, tal si fuera la piel de una rana amazónica. El hueco, engulle, chupa, devora, aspira, succiona, tiene la apetencia de una aspiradora, el carácter de la boa constrictor, la capacidad infinita de la máquina trituradora. La escalera de caracol, rigurosamente sencilla, no tiene adornos, es sólo el escalón, la pared, y el hueco, el agujero que traga, el tubo. Miles de escalones en ese tornillo de Arquímedes van desde el infierno al cielo, el infierno está arriba, desconocido, el cielo, abajo, igualmente misterioso. Los arlequines, en medio, buscan salvar sus vidas. Los hermosos cuerpos atletas enfundados en sus trajes de arlequín se agarran levemente a la pared de la escalera, miles de escalones hacia abajo proporcionan la perspectiva del infinito, el terror caracolea sin piedad, es un caballo desbocado al que le arden las crines y de ojos rojos, inyectados de sangre y dientes afilados como agujas satánicas. Los arlequines van bajando los escalones, lentamente, subyugados por el espanto. Pueden caer. Es tanta la altura siniestra, tanto el cansancio, y tanta la estrechez del escalón que el vértigo hace temblar los ojos y mirar hacia abajo es someterse al dolor. Es el carnaval de Lucifer, sentid la sencillez del tubo demoledor, de la enorme boca con sus innumerables e infinitos dientes, sentid entonces también el colorido de nuestros arlequines, sus vestidos rosas con rombos azules, amarillos, negros, repito: es el carnaval de Satanás, el loco, el poeta siniestro, el artífice de la destrucción, el magnífico y soberbio ángel desestructurado. Bajan los arlequines, temblando, con dolor, con miedo, con espanto, con ansia, es la transfiguración de la bestia, su apoteosis, su éxtasis. Punto. Punto. Punto.

Agosto 24, 2006


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